The Kill Room
Patrice es la propietaria de una galería de arte en apuros económicos que se ve obligada a blanquear dinero para Gordon y el jefe del crimen local llamado Andrei. Para ello, vende obras de arte hechas por Reggie, un asesino a sueldo, cuya fama como artista se encarga de crear ella misma. Mientras la intriga en la comunidad artística crece sobre este misterioso artista, Reggie quiere dejar su vida criminal, por lo que llega a un acuerdo con Gordon: Debe realizar un último asesinato para él.